El 30 de abril de 1945 se habría suicidado el líder nazi Adolf Hitler de un disparo en la cabeza y su esposa Eva Braun, por envenenamiento de cianuro. Según varios testigos, el cuerpo de Hitler y su esposa fueron llevados hasta un jardín cercano al bunker, donde habrían sido empapados de gasolina y luego prendidos en fuego por miembros de la SS (escuadrillas de defensa).

El 30 de abril de 1945 se habría suicidado el líder nazi Adolf Hitler de un disparo en la cabeza y su esposa Eva Braun, por envenenamiento de cianuro. Según varios testigos, el cuerpo de Hitler y su esposa fueron llevados hasta un jardín cercano al bunker, donde habrían sido empapados de gasolina y luego prendidos en fuego por miembros de la SS (escuadrillas de defensa). 

Cuando Stalin se enteró de esto, hizo localizar los cuerpos y tras la confirmación de su identidad el servicio secreto soviético trasladó los restos a uno de los cuarteles de Magdeburgo, Alemania occidental sin nunca develar el cuerpo a los aliados. La falta de información y el no tener una prueba visual, hizo que se especulara acerca de la veracidad de la noticia y avivó el rumor de que Hitler no habría muerto y se habría fugado hacia Sudamérica, como muchos otros nazis.

En 1970, Yuri Andropov dirigente de la KGB (Rusia, El Comité para la Seguridad del Estado), convenció al Comité Central del Partido Comunista de exhumar los cuerpos para así acabar definitivamente con los restos del Führer y su esposa, con el fin de que no se descubriera su verdadera ubicación y no se convirtiera en un lugar de peregrinación o culto para quienes sentían empatía o morbo por los crímenes del líder nazi. En ese mismo año, el 4 de abril de 1970 finalmente los cuerpos son exhumados e incinerados para después esparcir sus cenizas en el rio Biederitz. A pesar de esto, la URSS guardó algunos restos del cuerpo de Hitler, como la mandíbula y algunos dientes, así como parte de su cerebro.

Mas sin embargo, tiempo después un estudio de ADN realizado en la Universidad estadounidense de Connecticut revelaría que los supuestos restos del Führer habrían pertenecido a una mujer de aproximadamente menos de 40 años y no a Hitler como se había creído durante mucho tiempo. Es aquí donde surge la duda de si en verdad se suicidó o huyó de Alemania, y si fue así, ¿porque los gobiernos no hicieron nada para detenerlo? Y si se suicidó, ¿porque el gobierno soviético mantuvo información y pruebas en secreto?. 

Quizá sea un simple mito, conspiración o uno de los misterios más intrigantes de la historia. Lo cierto es que el periodista argentino Abel Basti en su libro 'Tras los pasos de Hitler' tras 20 años de investigación, contó una historia más que interesante al respecto, en ella narra que Hitler no se suicidó una vez que la guerra ya estaba perdida, sino que escapó a Argentina y visitó varios países de Sudamérica con distintas identidades falsas, entre ellas la de Kurt Bruno Kirchner que utilizó durante su estadía en Paraguay.

En el libro "Tras los pasos de Hitler", se cita un testimonio de un exmilitar brasileño hijo de un alto cargo nazi, quien asegura que el Führer falleció el 5 de febrero de 1971 y está sepultado en una cripta en un antiguo búnker subterráneo nazi en Paraguay, donde en la actualidad se levanta un "moderno y exclusivo hotel".

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