Jing, 25

Nos conocimos en una visita a una universidad y seguimos en contacto, aunque él dijo que planeaba mudarse a Estados Unidos para estudiar la carrera. Al final, a los dos nos rechazaron en la universidad que queríamos y recibimos una oferta de otra universidad. Terminamos estudiando juntos y viviendo en un departamento que compraron mis papás. Los primeros años estuvieron bien pero nuestra vida sexual era prácticamente inexistente. Trataba de tomar la iniciativa pero siempre me rechazaba. Caí tan bajo que hasta busqué en Google "cómo seducir a tu pareja" pero me rendí después de muchos intentos. Al tercer año, yo estaba muy presionada porque tenía que ir a la escuela, hacer mi servicio y escribir mi tesis mientras que él se la pasaba jugando en su computadora todo el día y no contribuía en nada.

La gota que derramó el vaso fue cuando usé su computadora para enviar un email y descubrí que me había engañado con otra chica de su clase. Y no fue una vez. Entonces, en vez de motivarlo para que terminara su tesis, me la pasé jugando con él todas las noches y hacía reuniones cuando él tenía que pararse temprano a la mañana siguiente para entregar trabajos. Durante el verano, se metió como becario a JP Morgan y le ofrecieron trabajo con la condición de que se graduara con honores. Obvio no lo logró y lo despidieron. Ese mismo día lo corrí del departamento. Lo último que supe de él fue que trabajaba para su mamá.