DOS PATICOS

Hola buenos días alegrías, feliz día todo lo bueno para Uds., esto que les voy a contar es una anécdota de la infancia tragicómica que me sucedió hace ya mucho tiempo. Cuando éramos pequeños entre los 10, 11 años más o menos, mis padres todos los años nos llevaban a Margarita, hermosa isla en Venezuela, a pasar el tiempo de vacaciones y navidades. Un día cualquiera de finales de julio, preparamos maletas y nos fuimos a Margarita, mi abuela paterna era oriunda de Margarita, margariteña a todo dar y por supuesto la familia del lado de mi padre que era bastante extensa. Llegamos cansados pero emocionados nosotros unos pequeños, mi hermana y yo un poco perdido que hacemos donde nos sentamos etc., y nuestra abuela nos sorprendió con un regalo para cada uno, un par de patos pequeños bebés, para que cada quien tuviera uno.

ducks

Nos emocionamos mucho y los cuidamos con mucho amor en las largas vacaciones que duramos allá. Jugábamos con ellos, los paticos nos seguían a todas partes, fueron momentos especiales. Pero teníamos que volver a tierra firme las clases comenzaban otra vez y ellos mis padres a trabajar, dejamos a nuestros paticos al cuidado de nuestra abuela que nos aseguró los cuidaría mucho y nosotros con la promesa que en navidades de ese mismo año volveríamos a verlos. Nos fuimos, paso el tiempo y llego la época navideña, y mi hermana yo presionando ahora sí vámonos para Margarita, y así pasó, regresamos a la isla ansiosos de ver a nuestros patos. el viaje no resultó tan cómodo como otras veces y no comimos casi nada, así que al llegar estábamos cansados y con hambre. Mi abuela sabía que íbamos a su casa y que veníamos cansados y hambrientos así que preparo todo para recibirnos, lugar donde descansar y una suculenta comida. Al llegar no tardamos mucho en sentarnos a la mesa y la mesa full de comida, como en esas épocas los margariteños solían comer había desde caraotas, queso, carne, pollo, pescado frito etc. Y empezamos a comer. Yo vi un guiso muy apetitoso de pollo y pedí a mi mamá que me sirviera, igual mi hermana que copiaba todo lo que yo hacía se antojo de lo mismo. Unas arepas aguacate y dale a comer. En medio de la comilona, mi abuela le dice algo a mi papá en el oído, y se ríen, nosotros no le pusimos mucha atención, hasta que mi papá nos pregunta que si nos gusta el guiso de pollo, y nosotros inocentes si papá está muy sabroso, Y el: bueno eso no es pollo, eso son los patos que dejaron aquí la vez pasada y los prepararon para comer. Nosotros todavía masticando, no entendimos tan rápido, hasta que mi hermana empezó a llorar y más atrás yo, nos estábamos comiendo los paticos y estaban deliciosos ???☹️??? Moraleja; no te encariñes con la comida, la comida se come y ya, aplica por cierto para todo en la vida??? Más nunca comí pato hasta que ya adulto en un viaje a Europa lo como otra vez y hasta paté, sin problemas. feliz