Ser buena persona tiene recompensa y los actos de bondad no son tan desinteresados como podría parecer en un primer momento porque los seres humanos estamos programados para ser amables y este comportamiento hace que nos sintamos mejor, aporta beneficios a la salud y nos ha permitido sobrevivir y evolucionar como especie.

 

La bondad, una cualidad muy valorada

Oliver Curry, antropólogo de la Universidad de Oxford, director de investigación, señala que la bondad parece ser universal y mucho más antigua que la religión, y atribuye esta cualidad humana a que “somos animales sociales”. De hecho, la bondad es la cualidad que más apreciamos, y aunque muchas veces nos quejemos de la falta de amabilidad de otros, Anat Bardi, psicóloga de la Universidad de Londres, lo atribuye a que recordamos más los gestos poco amables o a las personas groseras, pero asegura que “la gente realiza actos de bondad con regularidad” y que estamos motivados para ser amables.

Los animales, por lo general, suelen ayudar únicamente a parientes cercanos o miembros de su grupo, por lo que la amabilidad es un rasgo que nos distingue de otras especies y, según Curry, se debe a nuestra capacidad de razonar y a que “bajo las circunstancias adecuadas todos nos beneficiamos de la amabilidad”. Y es que cuando se trata de la supervivencia de una especie “la bondad compensa”, añade Brian Hare, antropólogo evolutivo de la Duke University.

La generosidad y la cooperación funcionan para muchas especies, como las bacterias las flores o nuestros parientes cercanos, los primates bonobos. Así, y según Hare, cuantos más amigos tengas y a más individuos ayudes, más éxito tienes. Hare, que ha estudiado a los bonobos y otros primates compara la agresividad de los chimpancés, que atacan a los forasteros, con los bonobos que no solo no matan, sino que ayudan a los extraños. Los machos bonobos tienen mucho más éxito en el apareamiento que sus homólogos chimpancés, dice Hare.

Lyubomirsky opina que ayudar a los demás hace que la gente piense menos en sus propios problemas y deje de preocuparse tanto por sí misma. Curry también encontró al menos 27 estudios con resultados parecidos: ser amable hace que la gente se sienta mejor emocionalmente.

Además, los beneficios de la bondad no solo repercuten en el bienestar emocional, ya que otro estudio de Lyubomirsky realizado con pacientes con esclerosis multiple comprobó que estas personas se sentían mejor físicamente cuando ayudaban a otros. La investigadora también descubrió que en las personas que realizan más actos bondadosos, los genes que desencadenan la inflamación se rechazan más que en las personas que no los hacen, y afirma que otras investigaciones han encontrado más genes antivirales en personas que hicieron actos de bondad.

Asi que debemos ser más bondadosos!