Hola mis amigos ?. Marzo comienza con tradiciones.

Mi abuela decía que <Las tradiciones son una guía, no un carcelero> Hoy que ella no está en este mundo, con mucha más madurez puedo decir que tenía mucha razón.

 

Bendecido jueves queridos lectores de NoiseChat, como les expliqué en mi artículo anterior, no he podido estar tan activo en la plataforma porque en mi localidad los apagones o racionamientos de energía eléctrica continúan de manera continua y con muchas horas sin este servicio básico que , ya que los venezolanos carecemos casi por completo de ella, pero al final esto no es motivo para estar infelices y mucho menos para continuar casi con normalidad con nuestra vida cotidiana.

 

Marzo trajo consigo tradiciones que como cada año desde que tengo uso de razón, mi familia siempre lo hace, son tradiciones que mis abuelos le transmitieron a cada miembro de nuestra familia, como un tesoro, en especial para mi abuela, la fe era su principal motor. ¿Y es que sin fe, sin creer en algo, el ser humano carecería de sentido? Ella era muy creyente, su fe ciega siempre estaba puesta en Dios, siempre trataba de seguir algunas tradiciones aunque sin llegar a extremos radicales, eran tradiciones que de una u otra forma nos mantenían más unidos que nunca como familia, es que no uno podría negar los deseos de mi abuela, ella con su impresionante forma de ser, como un sol que iluminaba y guiaba el camino de cada miembro de mi familia.

 

Él siempre me inculcó creer en Dios, hoy en día muchos no tienen la misma forma de pensar, es válido, con el tiempo evolucionamos pero es muy lindo seguir con algunas tradiciones, más aún si las inició mi abuela. , quien con tanto esmero construyó muchas cosas para nosotros en el futuro, la mejor manera de agradecerle tanto amor, cariño, esfuerzo, sacrificio, dedicación y muchas cosas más, es seguir con sus tradiciones que son rutinas más simples , son bienes muy valiosos aunque sean intangibles, en cierta medida son como valores que están arraigados en mí, una de las herencias más hermosas que me dejó mi vieja, algo que de alguna manera puede evolucionar, siempre tratando de sacarle el máximo partido pero sin dejar que pierda su esencia.