Que dulce padecimiento cuando se ama de verdad,
una bendita enfermedad el amor cuando hay complicidad,
perversidad,
romanticismo y cuando se apuesta cada día por mejorar, crecer y encuentras en su pecho así como en sus brazos, un hogar.
Si tú me lees.
Que dulce padecimiento cuando se ama de verdad, una bendita enfermedad el amor cuando hay complicidad, perversidad, romanticismo y cuando se apuesta cada día por mejorar, crecer y encuentras en su pecho así como en sus brazos, un hogar. Si tú me lees.
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