De todos mis placeres
Tú eres el mayor de ellos.
Tú y solo tú,
provocas la legión de demonios
que habitan en mí...

¿Pecado? ¡No!
¿Lujuria? ¡No!
Simplemente deseo del corazón.

Y a, a ti, ti te voy a amar
entre tus piernas
mientras acaricio
las fibras del alma
Entre los ligamentos de tu corazón
y todo lo que se levanta
al soñar que está en mi boca jugosa ...

A ti, a ti te amaré despacio,
sin prisa, y sin piedad.
Porque esto no se consume
en una sola noche,
si no en las Miles de noches,
en dónde robaré mi alimento:
Tus orgasmos,
tus suspiros,
tus gemidos,
todo, absolutamente todo tu ser,
incluído tu corazón ya es mío.