[...] Mi cuerpo se contrae
en ese cúmulo de sensaciones
y me hace llover en su rostro,
con una satisfacción y placer
bebe la miel que emana
mi cuerpo y eso me llena
de gozo.
Mi cuerpo reclama
su hombría,
busco el tesoro prometido
entre sus piernas
y así devorar eso que le cuelga.
Mi lengua se pasea
por su pálida piel,
reclamando ese trozo
que embona perfecto
en mi boca,
mis manos lo toman,
lo masajean y lo succióno
hasta hacerlo correrse dentro.
¡ Yo lo deseaba de hacía tiempo !.
en ese cúmulo de sensaciones
y me hace llover en su rostro,
con una satisfacción y placer
bebe la miel que emana
mi cuerpo y eso me llena
de gozo.
Mi cuerpo reclama
su hombría,
busco el tesoro prometido
entre sus piernas
y así devorar eso que le cuelga.
Mi lengua se pasea
por su pálida piel,
reclamando ese trozo
que embona perfecto
en mi boca,
mis manos lo toman,
lo masajean y lo succióno
hasta hacerlo correrse dentro.
¡ Yo lo deseaba de hacía tiempo !.
[...] Mi cuerpo se contrae
en ese cúmulo de sensaciones
y me hace llover en su rostro,
con una satisfacción y placer
bebe la miel que emana
mi cuerpo y eso me llena
de gozo.
Mi cuerpo reclama
su hombría,
busco el tesoro prometido
entre sus piernas
y así devorar eso que le cuelga.
Mi lengua se pasea
por su pálida piel,
reclamando ese trozo
que embona perfecto
en mi boca,
mis manos lo toman,
lo masajean y lo succióno
hasta hacerlo correrse dentro.
¡ Yo lo deseaba de hacía tiempo !.