PERDÍ.
Me encadena su lengua
que a mí botón inflama ,
mis piernas se abren
y mi voluntad cede,
¡ perdí !
al hundirse en el punto ciego
a donde la luz no llega
y su dureza avasalla sin piedad,
quema mi piel su barba
y eso me provoca,
arde su boca en la mía
y eso me enloquece ,
¡ perdí !
cuando sollozan mis labios
y revientan en llanto
por el placer que sus dedos
sin titubeos provocan,
mi mente estalla,
piedad imploro y él no escucha,
¡ perdí !
al sentir sus manos abrirse paso
por mi monte de venus ,
ya no hay nada que le impidan
a su destino llegar,
¡ perdí !
si, nuevamente perdí,
al momento que posee
mi intimidad,
su hombría esclaviza mi boca
y a mi rostro salpica su fuego ,
cuando nuestras lenguas
convergen al sur
de nuestros ombligos,
¡ perdimos !
mi desnudez le ciega
y sus jadeos me ensordesen ,
ya no tengo voz,
ya no tengo voluntad,
se esfumó hasta mi dignidad
al aceptarlo entre mis piernas,
¡ perdí !
si, lo he perdido todo,
hasta la noción del tiempo,
cuatro paredes lo vieron
aferrado a mis caderas ,
mientras empuñaba su daga
y me arremetía con fuerza
hasta correrse dentro
y yo gritando pidiendo no pare,
¡ si, perdí !
me reconozco débil
entre sus manos ,
incapaz ante su lengua ,
sin fuerza cuando su hombría
roza mis labios y
su boca hace callar la mía.
Me encadena su lengua
que a mí botón inflama ,
mis piernas se abren
y mi voluntad cede,
¡ perdí !
al hundirse en el punto ciego
a donde la luz no llega
y su dureza avasalla sin piedad,
quema mi piel su barba
y eso me provoca,
arde su boca en la mía
y eso me enloquece ,
¡ perdí !
cuando sollozan mis labios
y revientan en llanto
por el placer que sus dedos
sin titubeos provocan,
mi mente estalla,
piedad imploro y él no escucha,
¡ perdí !
al sentir sus manos abrirse paso
por mi monte de venus ,
ya no hay nada que le impidan
a su destino llegar,
¡ perdí !
si, nuevamente perdí,
al momento que posee
mi intimidad,
su hombría esclaviza mi boca
y a mi rostro salpica su fuego ,
cuando nuestras lenguas
convergen al sur
de nuestros ombligos,
¡ perdimos !
mi desnudez le ciega
y sus jadeos me ensordesen ,
ya no tengo voz,
ya no tengo voluntad,
se esfumó hasta mi dignidad
al aceptarlo entre mis piernas,
¡ perdí !
si, lo he perdido todo,
hasta la noción del tiempo,
cuatro paredes lo vieron
aferrado a mis caderas ,
mientras empuñaba su daga
y me arremetía con fuerza
hasta correrse dentro
y yo gritando pidiendo no pare,
¡ si, perdí !
me reconozco débil
entre sus manos ,
incapaz ante su lengua ,
sin fuerza cuando su hombría
roza mis labios y
su boca hace callar la mía.
PERDÍ.
Me encadena su lengua
que a mí botón inflama ,
mis piernas se abren
y mi voluntad cede,
¡ perdí !
al hundirse en el punto ciego
a donde la luz no llega
y su dureza avasalla sin piedad,
quema mi piel su barba
y eso me provoca,
arde su boca en la mía
y eso me enloquece ,
¡ perdí !
cuando sollozan mis labios
y revientan en llanto
por el placer que sus dedos
sin titubeos provocan,
mi mente estalla,
piedad imploro y él no escucha,
¡ perdí !
al sentir sus manos abrirse paso
por mi monte de venus ,
ya no hay nada que le impidan
a su destino llegar,
¡ perdí !
si, nuevamente perdí,
al momento que posee
mi intimidad,
su hombría esclaviza mi boca
y a mi rostro salpica su fuego ,
cuando nuestras lenguas
convergen al sur
de nuestros ombligos,
¡ perdimos !
mi desnudez le ciega
y sus jadeos me ensordesen ,
ya no tengo voz,
ya no tengo voluntad,
se esfumó hasta mi dignidad
al aceptarlo entre mis piernas,
¡ perdí !
si, lo he perdido todo,
hasta la noción del tiempo,
cuatro paredes lo vieron
aferrado a mis caderas ,
mientras empuñaba su daga
y me arremetía con fuerza
hasta correrse dentro
y yo gritando pidiendo no pare,
¡ si, perdí !
me reconozco débil
entre sus manos ,
incapaz ante su lengua ,
sin fuerza cuando su hombría
roza mis labios y
su boca hace callar la mía.