Quizás no soy perfecta.
Quizás no soy la flor más hermosa.
Quizás pensé que no te merecía.
Quizás estoy llena de defectos.
Lo que es verdad es:
Mi amor te lo entregué a manos llenas, un amor tan fuerte y ardiente que te quemaba la piel.
Mi mente, cuerpo, alma y sumisión te la puse en bandeja de plata, mi templo de adoración estuvo a tus pies. Podía comer de la palma de tu mano.
Empeñé mi existencia en hacerte el hombre más feliz del planeta, mientras estuviste en mis brazos.
Te di mi lealtad y transparencia a ojos cerrados. Te amé desde mis pvtas entrañas y mis viceras hasta lo más profundo de mi alma.
Si, sé que no soy perfecta solo soy yo, unas manos vacías que no tenían nada que ofrecerte pero que se encontraban llenas cuando tú, el amor de mi vida enredaba su mano a las mías.
Mi cuerpo convulsionaba en tus manos, mi entrepierna desbordaba lava caliente cuando tu lengua buscaba mi punto de placer, mis piernas temblaban cuando te tenía cerca de mi, mi corazón sufría taquicardia cuando escuchaba tus gemidos en mi oído. Tus manos se aferraban a mis caderas, a mis voluptuosas nalgas, te volvías un jodid0 animal en la cama.
Quizá no soy lo mejor que existe, pero soy lo que jamás mereciste.

Después de la tempestad llega la calma!!

.... Galiz Sahoff
Quizás no soy perfecta. Quizás no soy la flor más hermosa. Quizás pensé que no te merecía. Quizás estoy llena de defectos. Lo que es verdad es: Mi amor te lo entregué a manos llenas, un amor tan fuerte y ardiente que te quemaba la piel. Mi mente, cuerpo, alma y sumisión te la puse en bandeja de plata, mi templo de adoración estuvo a tus pies. Podía comer de la palma de tu mano. Empeñé mi existencia en hacerte el hombre más feliz del planeta, mientras estuviste en mis brazos. Te di mi lealtad y transparencia a ojos cerrados. Te amé desde mis pvtas entrañas y mis viceras hasta lo más profundo de mi alma. Si, sé que no soy perfecta solo soy yo, unas manos vacías que no tenían nada que ofrecerte pero que se encontraban llenas cuando tú, el amor de mi vida enredaba su mano a las mías. Mi cuerpo convulsionaba en tus manos, mi entrepierna desbordaba lava caliente cuando tu lengua buscaba mi punto de placer, mis piernas temblaban cuando te tenía cerca de mi, mi corazón sufría taquicardia cuando escuchaba tus gemidos en mi oído. Tus manos se aferraban a mis caderas, a mis voluptuosas nalgas, te volvías un jodid0 animal en la cama. Quizá no soy lo mejor que existe, pero soy lo que jamás mereciste. Después de la tempestad llega la calma!! .... Galiz Sahoff 🖤
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