Cerró sus ojos mientras acariciaba sus mejillas, mi dulce ángel escondía dentro de ella la picardía e inocencia necesaria para encender mis sentidos. En su piel el júbilo se realzaba al saberse mía y el candor de entre sus piernas me incitaban a poseerla. Con locura desmedida la tome en brazos y extasiado comencé a besarla, con malicia y con el morb° brotando de mis yemas empecé a tocarla. No podía ser de otra forma, pues su pureza despertaba mis demonios cuando la tenía así tan cerca. Cerró sus ojos mi dulce ángel y dejó escapar en un suspiro un gemid° tímido, mismo que, a su vez aumentó mi libido, mi gozo me hacía arder por dentro y así despertó mi durezª, esa que muere entre mis piernas y revive dentro de ella. Texto: 👇🏻 — Silvia Díaz ✒️ Suspiros de mi corazón, poesía de mi alma 🖤