Se cuenta que el general y estadista ateniense Temístocles II (525-460 a. C.) prefirió para marido de su hija a un ciudadano pobre, pero instruido, antes que a uno rico, pero de notoria ignorancia. Cuando le preguntaron el porqué, él respondió con claridad de ideas:

—Me satisface; prefiero un hombre que necesite riquezas a riquezas que necesiten un hombre.
4
0 Comentários 0 Compartilhamentos 544 Visualizações
Patrocinado