"La Sonrisa Del Diablo"

Las personas se niegan a creer en mis palabras, dicen que son falacias, que estoy inventando todo, ¡Que me he vuelto loco! Pero no; yo conocí al diablo, yo ví su sonrisa.

Hace un par de años que vivía en la cuidad de Carbac, era un lugar tranquilo y sereno hasta que una familia nueva llegó para alquilar una casa al lado de la mía, se trataba de una pareja joven y su pequeño hijo de aproximadamente 5 años de edad, un niño de cabello castaño, ojos negros atractivos y dientes levemente torcidos.

Desde el primer día que llegaron al vecindario noté algo extraño en él, se lo comenté a mi compadre quién no compartía mi percepción.

El niño sonreía con una expresión malvada y aterradora solamente cuando algo pasaba, algo que las personas consideramos moralmente incorrectas.

Por ejemplo, una día un automóvil atropelló a un perrito dejándolo muy mal herido, mi reacción fue de asombro y perplejidad cuando noté que el niño sonreía con malicia al presenciar tan horrenda escena.

Otro día una anciana resbaló lesionando su brazo seriamente, mi compadre corrió para socorrerla y cuando miré hacia la ventana ahí estaba ese niño, con su mirada clavada en la anciana y su sonrisa malévola que no desaparecía.

Noté que no era normal cuando la vecina del departamento 106 se lanzó por la ventana y falleció después de varias horas de agonía, pues cayó en la cerca de metal y fue extremadamente difícil poder sacar su cuerpo de aquella puntiaguda valla.

No pude evitar mirar hacia la ventana de los nuevos vecinos y tal como lo esperaba, ahí estaba él mirando cuidadosamente hacia el frente, dónde estaba el cuerpo de la vecina traspasado por la cerca, desangrándose lentamente mientras él sonreía y no hacía nada más que eso, observaba y sonreía...

Todos esos acontecimientos transcurrieron en tan solo un mes desde la llegada de los nuevos vecinos, un par de días después la tragedia fue para mi compadre, 13 cabezas de ganado habían escapado de su corral y se dirigían a los manglares que estaban cerca del pueblito.

Fuí en su compañía para ayudar a recuperar sus vaquitas y mientras buscábamos caímos los dos juntos a un pozo lleno de fango espeso y maloliente, por suerte logré agarrarme de una rama mientras que mi compadre se empezaba a hundir poco a poco.

Intenté ayudarlo pero me fue imposible, mi compadre se estaba muriendo y mi desesperación se aceleró cuando voltee a ver hacia mi lado y ahí estaba él, ese niño mirando impávido desde un extremo y sonriendo, burlándose de nuestra desgracia.

—No te quedes ahí parado maldición, ¡Ayúdame! Ve por ayuda llama a alguien para que venga a salvarnos...

Grité en vano, el niño no dejaba de sonreír al mismo tiempo que balanceaba su cabeza de izquierda a derecha.

Nuevamente regresé a ver a mi compadre quién se había perdido ya en la espesura del fango, intenté con todas mis fuerzas salir y finalmente lo logré, miré hacia donde estaba el niño y había desaparecido.

Ese mismo día tomé mis cosas, y me mudé a esta nueva ciudad.

No volví a saber más de aquel misterioso niño, pero he escuchado que las desgracias en ese pueblito siguen en aumento...
"La Sonrisa Del Diablo" Las personas se niegan a creer en mis palabras, dicen que son falacias, que estoy inventando todo, ¡Que me he vuelto loco! Pero no; yo conocí al diablo, yo ví su sonrisa. Hace un par de años que vivía en la cuidad de Carbac, era un lugar tranquilo y sereno hasta que una familia nueva llegó para alquilar una casa al lado de la mía, se trataba de una pareja joven y su pequeño hijo de aproximadamente 5 años de edad, un niño de cabello castaño, ojos negros atractivos y dientes levemente torcidos. Desde el primer día que llegaron al vecindario noté algo extraño en él, se lo comenté a mi compadre quién no compartía mi percepción. El niño sonreía con una expresión malvada y aterradora solamente cuando algo pasaba, algo que las personas consideramos moralmente incorrectas. Por ejemplo, una día un automóvil atropelló a un perrito dejándolo muy mal herido, mi reacción fue de asombro y perplejidad cuando noté que el niño sonreía con malicia al presenciar tan horrenda escena. Otro día una anciana resbaló lesionando su brazo seriamente, mi compadre corrió para socorrerla y cuando miré hacia la ventana ahí estaba ese niño, con su mirada clavada en la anciana y su sonrisa malévola que no desaparecía. Noté que no era normal cuando la vecina del departamento 106 se lanzó por la ventana y falleció después de varias horas de agonía, pues cayó en la cerca de metal y fue extremadamente difícil poder sacar su cuerpo de aquella puntiaguda valla. No pude evitar mirar hacia la ventana de los nuevos vecinos y tal como lo esperaba, ahí estaba él mirando cuidadosamente hacia el frente, dónde estaba el cuerpo de la vecina traspasado por la cerca, desangrándose lentamente mientras él sonreía y no hacía nada más que eso, observaba y sonreía... Todos esos acontecimientos transcurrieron en tan solo un mes desde la llegada de los nuevos vecinos, un par de días después la tragedia fue para mi compadre, 13 cabezas de ganado habían escapado de su corral y se dirigían a los manglares que estaban cerca del pueblito. Fuí en su compañía para ayudar a recuperar sus vaquitas y mientras buscábamos caímos los dos juntos a un pozo lleno de fango espeso y maloliente, por suerte logré agarrarme de una rama mientras que mi compadre se empezaba a hundir poco a poco. Intenté ayudarlo pero me fue imposible, mi compadre se estaba muriendo y mi desesperación se aceleró cuando voltee a ver hacia mi lado y ahí estaba él, ese niño mirando impávido desde un extremo y sonriendo, burlándose de nuestra desgracia. —No te quedes ahí parado maldición, ¡Ayúdame! Ve por ayuda llama a alguien para que venga a salvarnos... Grité en vano, el niño no dejaba de sonreír al mismo tiempo que balanceaba su cabeza de izquierda a derecha. Nuevamente regresé a ver a mi compadre quién se había perdido ya en la espesura del fango, intenté con todas mis fuerzas salir y finalmente lo logré, miré hacia donde estaba el niño y había desaparecido. Ese mismo día tomé mis cosas, y me mudé a esta nueva ciudad. No volví a saber más de aquel misterioso niño, pero he escuchado que las desgracias en ese pueblito siguen en aumento...
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