#Mérida, Venezuela. En el aire de las alturas de Mérida se encuentra una atmósfera que parece hecha para el reposo, la reflexión y la elevación del espíritu, un panorama apenas estremecido por el balanceo de los frailejones al viento y el movimiento sin pausa de sus gélidas corrientes; las aguas de sus ríos bajan a saltos la cordillera para internarse en tierras bajas y recorrer la inmensidad de la geografía venezolana en distintas direcciones... En este instante Jesús (arriero y vaquiano de viaquianos) nevadero del pueblo de los Nevados, acompañado de un caballo y una mula llamados (torbellino y rangel), ellos tienen la responsabilidad de llevar la carga de la expedición a través del valle del Indio.
#Mérida, Venezuela. En el aire de las alturas de Mérida se encuentra una atmósfera que parece hecha para el reposo, la reflexión y la elevación del espíritu, un panorama apenas estremecido por el balanceo de los frailejones al viento y el movimiento sin pausa de sus gélidas corrientes; las aguas de sus ríos bajan a saltos la cordillera para internarse en tierras bajas y recorrer la inmensidad de la geografía venezolana en distintas direcciones... En este instante Jesús (arriero y vaquiano de viaquianos) nevadero del pueblo de los Nevados, acompañado de un caballo y una mula llamados (torbellino y rangel), ellos tienen la responsabilidad de llevar la carga de la expedición a través del valle del Indio.